Dr Juan Reyes García
sábado, 21 de septiembre de 2013
Houston Foot Specialists: Improving Your Foot Arch
Houston Foot Specialists: Improving Your Foot Arch: (Photo credit: Wikipedia ) As your foot hits the ground, it works with the rest of the body to absorb a great amount of stress. A foot w...
Houston Foot Specialists
Dr. Jeffrey N Bowman is the Podiatrist for Houston Foot Specialists. As a podiatric physician, Dr. Bowman is well known for his skills as a surgeon in foot and ankle surgeries and has been awarded many honors for his work in the podiatric field.
Tuesday, September 17, 2013
Improving Your Foot Arch
(Photo credit: Wikipedia)
As your foot hits the ground, it works with the rest of the body to absorb a great amount of stress. A foot with a normal structure is stable but flexible, in order to withstand the demands put on it every day. When the structure is slightly altered, such as the case with a flat foot, the foot may not be able to function as it should and pain could result.
At Houston Foot Specialists, we see and treat all kinds of feet and foot problems. A flat foot is extremely common and is simply when the arch of the foot has flattened, either from development in childhood or over time from aging. You will know that your foot is flat if you stand up and the entire sole of your foot touches the floor. This type of foot can lead to overpronation (when feet and ankles roll inward), heel spurs, shin splints and stress fractures.
If you have a flat arch, improve the health of your foot by doing exercises that strengthen it. You won’t be able to create an arch again, but you can give your foot a fighting chance against injury. Stretching the Achilles tendon can improve a flattened arch. Do this with calf stretches, by leaning forward against a wall with one leg bent forward. Boost the amount of walking you do each week, and if you can head to the beach and walk barefoot, that is even better. Strengthening your toes helps the arch as well. You can do this by sitting in a chair with a towel laid out on the floor under your feet. Use your toes to scrunch the towel towards you – easy enough right? Lastly, a custom orthotic will greatly help protect the health of your feet as you seek to build up your arches.
If you are concerned about your foot health, or if you have pain throughout the day, during exercise, or while wearing shoes because of having flat feet, please call Dr. Jeff Bowman for an evaluation. Early intervention goes a long way in keeping you free of foot pain in the long run! Make an appointment at our office in Houston, TX by calling (713) 467-8886.
©2013 Jeff Bowman., All Rights Reserved
martes, 17 de septiembre de 2013
Reumails. Reumatología al día: Deformaciones del dorso del pie
Reumails. Reumatología al día: Deformaciones del dorso del pie: En esta entrada vamos a presentar tres deformaciones del aparato articular del tobillo y tarso del pie. El pie erizo o pie "en cre...
http://reumails.blogspot.mx/2013/07/deformaciones-del-dorso-del-pie.html
Deformaciones del dorso del pie
En esta entrada vamos a presentar tres deformaciones del aparato articular del tobillo y tarso del pie.
El pie erizo o pie "en cresta de gallo"
Se trata de una proliferación cálcica que se desarrolla de dentro hacia fuera de la articulación astrágalo escaofidea o tibio astragalina y que le da a estas articulaciones un aspecto de erizo o de cresta. Como cualquier articulación afectada por el depósito de microcristales, el proceso inflamatorio en si mismo es característico de un brote de monoartritis. No obstante el defecto mecánico que produce la proliferación cálcica afecta a los tendones tibial anterior, extensor del primer dedo o al extensor común de los dedos.
Foto cortesía de la Dra. A. Boteanu.
El pie del ultramaratonista o pie de la bailarina de ballet
Esta deformación es exclusiva de la articulación cuneidonavicular. Como consecuencia de un proceso adaptativo, las vertientes de la articulación proliferan hacia superficial con el fin de incrementar la superficie de apoyo del hueso navicular sobre la cuña. Excepcionalmente se puede observar en la articulación astrágalo escafoidea. La distinción radiológica respecto del cuadro anterior radica en la existencia de corticales íntegras y bien definidas.
Osteoartropatía diabética
La complicación ósea más importante de la diabetes es la consecuente a una infección profunda en el llamado pie diabético. Menos conocido es el efecto que a nivel periarticular tiene la diabetes en la formación de una reacción perióstica muy proliferativa que aparece habitualmente en la vertiente proximal de la articulación astrágalo escafoidea. Otro hallazgo remarcable es que la cortical original muestra un cambio esclerótico intenso fácilmente distinguible de otras corticales.
Esta fotografía ha sido obtenida de Neuropathic Joint and Osteomyelitis in Diabetes
Para resumir, al valorar una deformación del dorso del pie cabe tener en cuenta si es o no dependiente de la articulación, si tiene cortical o si una neocalcificación.
http://reumails.blogspot.mx/2013/07/deformaciones-del-dorso-del-pie.html
Deformaciones del dorso del pie
En esta entrada vamos a presentar tres deformaciones del aparato articular del tobillo y tarso del pie.
El pie erizo o pie "en cresta de gallo"
Se trata de una proliferación cálcica que se desarrolla de dentro hacia fuera de la articulación astrágalo escaofidea o tibio astragalina y que le da a estas articulaciones un aspecto de erizo o de cresta. Como cualquier articulación afectada por el depósito de microcristales, el proceso inflamatorio en si mismo es característico de un brote de monoartritis. No obstante el defecto mecánico que produce la proliferación cálcica afecta a los tendones tibial anterior, extensor del primer dedo o al extensor común de los dedos.
Foto cortesía de la Dra. A. Boteanu.
El pie del ultramaratonista o pie de la bailarina de ballet
Esta deformación es exclusiva de la articulación cuneidonavicular. Como consecuencia de un proceso adaptativo, las vertientes de la articulación proliferan hacia superficial con el fin de incrementar la superficie de apoyo del hueso navicular sobre la cuña. Excepcionalmente se puede observar en la articulación astrágalo escafoidea. La distinción radiológica respecto del cuadro anterior radica en la existencia de corticales íntegras y bien definidas.
Osteoartropatía diabética
La complicación ósea más importante de la diabetes es la consecuente a una infección profunda en el llamado pie diabético. Menos conocido es el efecto que a nivel periarticular tiene la diabetes en la formación de una reacción perióstica muy proliferativa que aparece habitualmente en la vertiente proximal de la articulación astrágalo escafoidea. Otro hallazgo remarcable es que la cortical original muestra un cambio esclerótico intenso fácilmente distinguible de otras corticales.
Esta fotografía ha sido obtenida de Neuropathic Joint and Osteomyelitis in Diabetes
Para resumir, al valorar una deformación del dorso del pie cabe tener en cuenta si es o no dependiente de la articulación, si tiene cortical o si una neocalcificación.
Reumails. Reumatología al día: El dolor plantar calcáneo: La entesitis aquilea y ...
Reumails. Reumatología al día: El dolor plantar calcáneo: La entesitis aquilea y ...: El dolor en la parte posterior del pie es una consulta frecuente en el entorno de la consulta pero también es frecuente en la urgencia. E...
El dolor plantar calcáneo: La entesitis aquilea y la fascitis plantar.
El dolor en la parte posterior del pie es una consulta frecuente en el entorno de la consulta pero también es frecuente en la urgencia. En estas circunstancias es habitual la instalación reciente, la falta de episodios previos y una intensidad de dolor que condiciona la correcta deambulación.
Entesitis Aquílea
La entesitis aquilea es una tendinopatía frecuente en pacientes de la tercera edad, deportistas. Se ha relacionado con el uso de quinolonas aunque la frecuencia de aparición con las de reciente introducción no ha sido estudiada.
Se presenta como un dolor en punta de dedo a nivel de la región retrotalar habitualmente en el punto de entesis más distal del tendón de Aquiles en el calcáneo. No es frecuente la presencia de tumefacción a dicho nivel sin embargo su presencia denota un grado de afectación importante e incluso puede indicar la pérdida de continuidad de la propia entesis, al menos parcialmente.
Desde el punto de vista clínico la entesitis aquílea se presenta de forma aguda, se instala en pocas horas y se manifiesta como un dolor estrictamente mecánico. El paciente puede recordar haber realizado una dorsiflexión extrema accidental o haber realizado esfuerzos de flexión plantar contra resistencia. No es infrecuente que estos procesos sean responsables de la aparición de clínica compatible con la fascitis plantar.
Dependiendo del tiempo de evolución, los pacientes pueden experimentar dolor a nivel de la región gemelar ipsilateral dependiente de su contracción. De forma compensatoria los tendones tibiales anterior y posterior ejercen una contracción sostenida para evitar las posturas álgicas con cual los pacientes pueden experimentar dolor retromaleolar interno o incluso en la cara anterior de la pierna como consecuencia de una instalación prolongada del cuadro.
Característicamente, la exploración física demuestra la presencia de dolor a la presión en la entesis del tendón aquíleo en el calcáneo. La presencia de un escalón en la extensión del tendón sugiere la rotura parcial. En casos de rotura parcial la tumefacción es muy importante y se acompaña de signos inflamatorios regionales ominosos.
El tratamiento de la entesitis aquílea depende de su origen. En el caso de las entesitis mecánicas el manejo requiere el uso de AINEs a dosis plenas por periodos de tiempo que pueden llegar a las dos semanas. La descarga del pie es mandatoria y la utilización de férulas inmovilizadoras contribuyen en el proceso desinflamatorio en tanto que reducen las fuerzas de tensión sobre la entesis. La elección de estos manejos debe estar sujeta al perfil particular de cada paciente, prestando atención a los riesgos de inmovilización prolongada o del uso de AINES por periodos largos. Una alternativa válida para el manejo local de la entesitis aquilea es la infiltración de corticoides. Esta técnica requiere entrenamiento específico ya que debe eivtarse el abordaje con aguja del propio tendón. El depósito del tratamiento debe hacerse a nivel del peritenon. No es desaconsejable que este tipo de procedimientos se realicen con la ayuda de la guía ecográfica.
En el caso de las entesitis aquíleas secundarias a procesos inflamatorios sistémicos, además del tratamiento local es fundamental la derivación a la consulta especializada. Es habitual que el tratamiento sistémico reduzca la frecuencia e intensidad de las entesitis.
Merece especial atención las entesitis relacionadas con el uso de quinolonas. Aunque son más conocidas las lesiones tendinosas aquíleas, la entesitis aquílea en sujetos usuarios de quinolonas han sido reportadas en la literatura. Son más frecuentes en pacientes mayores de 65 años con sobrepeso y con mal acondicionamiento físico. Una población especialmente en riesgo es la de pacientes con EPOC por lo que es recomendable sugerir a estos pacientes la pérdida de peso y en la medida de lo posible evitar la realización de esfuerzos físicos que expongan al tendón de aquiles a tensiones intensas.
Fascitis Plantar
La fascitis plantar es un problema relativamente más frecuente que la entesitis aquílea. Es probablemente el motivo de consulta por dolor plantar más frecuente.
La fascia plantar suele ser sintomática en su entesis proximal a nivel del calcáneo. Si bien existen condicionantes que hacen más probable su aparición, la presencia de espolones calcáneos no son requeridos para establecer el diagnóstico y por otro lado, su inexistencia no lo descarta. El arco plantar descendido es un factor asociado reconocido sin embargo tampoco es parte necesaria del cuadro para establecer el diagnóstico.
El dolor plantar se manifiesta durante la extensión pasiva o activa de la planta del pie aliviándose durante el reposo. Es característico el dolor más intenso durante los primeros esfuerzos de tensión del día o después del reposo y el alivio parcial tras un periodo de extensión repetitivo.
La presentación asimétrica de la fascitis plantar es la más habitual. Suelen existir mecanismos mecánicos que justifican que un pie presente fascitis plantar de forma más frecuente que el otro o incluso que se presente exclusivamente en el mismo pie. Cuando no existe una enfermedad sistémica inflamatoria de base detrás de este diagnóstico, el manejo a largo plazo de las fascitis plantares suele requerir modificaciones del apoyo plantar que se puede conseguir con el uso de plantillas que eleven el arco plantar.
La exploración clínica establece el diagnóstico. La demostración de dolor a la extensión de la planta del pie en cualquier punto de la entesis calcánea y su correspondiente dolor a la presión en punta de dedo es suficiente para hacer el diagnóstico. Pocas patologías pueden competir en el diagnóstico diferencial: La presencia de infecciones subcutáneas, cuerpos extraños o lesiones tegumentarias traumáticas. Todas ellas son relativamente fáciles de descartar con la anamnésis.
La fascitis plantar no requiere para su diagnóstico de pruebas radiológicas. El uso de la ecografía es exclusivamente con fines de localización o como punto de comparación para evaluaciones posteriores.
El tratamiento de la fascitis plantar, como hemos adelantado es fundamentalmente ortopédico a largo plazo. Ante el evento agudo se recomienda el uso de AINEs. Existe evidencia a favor del uso de naproxeno y diclofenaco con mejores resultados que otros tratamientos orales.
La rehabilitación puede ser utilizada de forma coadyuvante o incluso ser el tratamiento fundamental en pacientes en los que no se pueden utilizar AINES. Técnicas como la termoterapia, fisioterapia y magnetoterapia han sido utilizadas extensamente con resultados favorables a largo y mediano plazo.
En el entorno de urgencias, el uso de infiltraciones puede ser una alternativa aceptable para el control sintomático y rápido del cuadro. El abordaje con infiltraciones locales de corticoides requiere entrenamiento en los accesos laterales. Aunque no es imprescindible, una valoración ecográfica puede servir para guiar la introducción del tratamiento en la región más afectada. El objetivo de la infiltración no es la fascia sino sus alrededores a nivel del foco inflamatorio. Se ha demostrado que la infiltración en abanico es superior a la infiltración monolocular en términos de duración del efecto, retorno a la actividad habitual y control del dolor.
Es conveniente destacar que en ambos procesos, no se requiere una valoración radiológica para establecer el diagnóstico. Los reparos semiológicos son suficientes para fundar el juicio clínico e iniciar el tratamiento.
La presencia de dolor de características inflamatorias, su presentación en gente joven (especialmente varones) o su recurrencia alternante son detalles a considerar a la hora de decidir una derivación a la consulta especializada de Reumatología con miras a la identificación de procesos subyacentes inflamatorios sistémicos.
Referencias
Papa JA. Conservative management of Achilles Tendinopathy: a case report. J Can Chiropr Assoc. septiembre de 2012;56(3):216-24.
Rowe V, Hemmings S, Barton C, Malliaras P, Maffulli N, Morrissey D. Conservative management of midportion Achilles tendinopathy: a mixed methods study, integrating systematic review and clinical reasoning. Sports Med. 1 de noviembre de 2012;42(11):941-67.
Wiegerinck JI, Kerkhoffs GM, Van Sterkenburg MN, Sierevelt IN, Van Dijk CN. Treatment for insertional Achilles tendinopathy: a systematic review. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 6 de octubre de 2012;
Ball EMA, McKeeman HMA, Patterson C, Burns J, Yau WH, Moore OA, et al. Steroid injection for inferior heel pain: a randomised controlled trial. Annals of the rheumatic diseases. 27 de junio de 2012;
Klein SE, Dale AM, Hayes MH, Johnson JE, McCormick JJ, Racette BA. Clinical presentation and self-reported patterns of pain and function in patients with plantar heel pain. Foot Ankle Int. septiembre de 2012;33(9):693-8.
Cutts S, Obi N, Pasapula C, Chan W. Plantar fasciitis. Ann R Coll Surg Engl. noviembre de 2012;94(8):539-42.
Plantar fasciitis. Focus on the basics. Mayo Clin Health Lett. agosto de 2012;30(8):7.
El dolor plantar calcáneo: La entesitis aquilea y la fascitis plantar.
El dolor en la parte posterior del pie es una consulta frecuente en el entorno de la consulta pero también es frecuente en la urgencia. En estas circunstancias es habitual la instalación reciente, la falta de episodios previos y una intensidad de dolor que condiciona la correcta deambulación.
Entesitis Aquílea
La entesitis aquilea es una tendinopatía frecuente en pacientes de la tercera edad, deportistas. Se ha relacionado con el uso de quinolonas aunque la frecuencia de aparición con las de reciente introducción no ha sido estudiada.
Se presenta como un dolor en punta de dedo a nivel de la región retrotalar habitualmente en el punto de entesis más distal del tendón de Aquiles en el calcáneo. No es frecuente la presencia de tumefacción a dicho nivel sin embargo su presencia denota un grado de afectación importante e incluso puede indicar la pérdida de continuidad de la propia entesis, al menos parcialmente.
Desde el punto de vista clínico la entesitis aquílea se presenta de forma aguda, se instala en pocas horas y se manifiesta como un dolor estrictamente mecánico. El paciente puede recordar haber realizado una dorsiflexión extrema accidental o haber realizado esfuerzos de flexión plantar contra resistencia. No es infrecuente que estos procesos sean responsables de la aparición de clínica compatible con la fascitis plantar.
Dependiendo del tiempo de evolución, los pacientes pueden experimentar dolor a nivel de la región gemelar ipsilateral dependiente de su contracción. De forma compensatoria los tendones tibiales anterior y posterior ejercen una contracción sostenida para evitar las posturas álgicas con cual los pacientes pueden experimentar dolor retromaleolar interno o incluso en la cara anterior de la pierna como consecuencia de una instalación prolongada del cuadro.
Característicamente, la exploración física demuestra la presencia de dolor a la presión en la entesis del tendón aquíleo en el calcáneo. La presencia de un escalón en la extensión del tendón sugiere la rotura parcial. En casos de rotura parcial la tumefacción es muy importante y se acompaña de signos inflamatorios regionales ominosos.
El tratamiento de la entesitis aquílea depende de su origen. En el caso de las entesitis mecánicas el manejo requiere el uso de AINEs a dosis plenas por periodos de tiempo que pueden llegar a las dos semanas. La descarga del pie es mandatoria y la utilización de férulas inmovilizadoras contribuyen en el proceso desinflamatorio en tanto que reducen las fuerzas de tensión sobre la entesis. La elección de estos manejos debe estar sujeta al perfil particular de cada paciente, prestando atención a los riesgos de inmovilización prolongada o del uso de AINES por periodos largos. Una alternativa válida para el manejo local de la entesitis aquilea es la infiltración de corticoides. Esta técnica requiere entrenamiento específico ya que debe eivtarse el abordaje con aguja del propio tendón. El depósito del tratamiento debe hacerse a nivel del peritenon. No es desaconsejable que este tipo de procedimientos se realicen con la ayuda de la guía ecográfica.
En el caso de las entesitis aquíleas secundarias a procesos inflamatorios sistémicos, además del tratamiento local es fundamental la derivación a la consulta especializada. Es habitual que el tratamiento sistémico reduzca la frecuencia e intensidad de las entesitis.
Merece especial atención las entesitis relacionadas con el uso de quinolonas. Aunque son más conocidas las lesiones tendinosas aquíleas, la entesitis aquílea en sujetos usuarios de quinolonas han sido reportadas en la literatura. Son más frecuentes en pacientes mayores de 65 años con sobrepeso y con mal acondicionamiento físico. Una población especialmente en riesgo es la de pacientes con EPOC por lo que es recomendable sugerir a estos pacientes la pérdida de peso y en la medida de lo posible evitar la realización de esfuerzos físicos que expongan al tendón de aquiles a tensiones intensas.
Fascitis Plantar
La fascitis plantar es un problema relativamente más frecuente que la entesitis aquílea. Es probablemente el motivo de consulta por dolor plantar más frecuente.
La fascia plantar suele ser sintomática en su entesis proximal a nivel del calcáneo. Si bien existen condicionantes que hacen más probable su aparición, la presencia de espolones calcáneos no son requeridos para establecer el diagnóstico y por otro lado, su inexistencia no lo descarta. El arco plantar descendido es un factor asociado reconocido sin embargo tampoco es parte necesaria del cuadro para establecer el diagnóstico.
El dolor plantar se manifiesta durante la extensión pasiva o activa de la planta del pie aliviándose durante el reposo. Es característico el dolor más intenso durante los primeros esfuerzos de tensión del día o después del reposo y el alivio parcial tras un periodo de extensión repetitivo.
La presentación asimétrica de la fascitis plantar es la más habitual. Suelen existir mecanismos mecánicos que justifican que un pie presente fascitis plantar de forma más frecuente que el otro o incluso que se presente exclusivamente en el mismo pie. Cuando no existe una enfermedad sistémica inflamatoria de base detrás de este diagnóstico, el manejo a largo plazo de las fascitis plantares suele requerir modificaciones del apoyo plantar que se puede conseguir con el uso de plantillas que eleven el arco plantar.
La exploración clínica establece el diagnóstico. La demostración de dolor a la extensión de la planta del pie en cualquier punto de la entesis calcánea y su correspondiente dolor a la presión en punta de dedo es suficiente para hacer el diagnóstico. Pocas patologías pueden competir en el diagnóstico diferencial: La presencia de infecciones subcutáneas, cuerpos extraños o lesiones tegumentarias traumáticas. Todas ellas son relativamente fáciles de descartar con la anamnésis.
La fascitis plantar no requiere para su diagnóstico de pruebas radiológicas. El uso de la ecografía es exclusivamente con fines de localización o como punto de comparación para evaluaciones posteriores.
El tratamiento de la fascitis plantar, como hemos adelantado es fundamentalmente ortopédico a largo plazo. Ante el evento agudo se recomienda el uso de AINEs. Existe evidencia a favor del uso de naproxeno y diclofenaco con mejores resultados que otros tratamientos orales.
La rehabilitación puede ser utilizada de forma coadyuvante o incluso ser el tratamiento fundamental en pacientes en los que no se pueden utilizar AINES. Técnicas como la termoterapia, fisioterapia y magnetoterapia han sido utilizadas extensamente con resultados favorables a largo y mediano plazo.
En el entorno de urgencias, el uso de infiltraciones puede ser una alternativa aceptable para el control sintomático y rápido del cuadro. El abordaje con infiltraciones locales de corticoides requiere entrenamiento en los accesos laterales. Aunque no es imprescindible, una valoración ecográfica puede servir para guiar la introducción del tratamiento en la región más afectada. El objetivo de la infiltración no es la fascia sino sus alrededores a nivel del foco inflamatorio. Se ha demostrado que la infiltración en abanico es superior a la infiltración monolocular en términos de duración del efecto, retorno a la actividad habitual y control del dolor.
Es conveniente destacar que en ambos procesos, no se requiere una valoración radiológica para establecer el diagnóstico. Los reparos semiológicos son suficientes para fundar el juicio clínico e iniciar el tratamiento.
La presencia de dolor de características inflamatorias, su presentación en gente joven (especialmente varones) o su recurrencia alternante son detalles a considerar a la hora de decidir una derivación a la consulta especializada de Reumatología con miras a la identificación de procesos subyacentes inflamatorios sistémicos.
Referencias
Papa JA. Conservative management of Achilles Tendinopathy: a case report. J Can Chiropr Assoc. septiembre de 2012;56(3):216-24.
Rowe V, Hemmings S, Barton C, Malliaras P, Maffulli N, Morrissey D. Conservative management of midportion Achilles tendinopathy: a mixed methods study, integrating systematic review and clinical reasoning. Sports Med. 1 de noviembre de 2012;42(11):941-67.
Wiegerinck JI, Kerkhoffs GM, Van Sterkenburg MN, Sierevelt IN, Van Dijk CN. Treatment for insertional Achilles tendinopathy: a systematic review. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 6 de octubre de 2012;
Ball EMA, McKeeman HMA, Patterson C, Burns J, Yau WH, Moore OA, et al. Steroid injection for inferior heel pain: a randomised controlled trial. Annals of the rheumatic diseases. 27 de junio de 2012;
Klein SE, Dale AM, Hayes MH, Johnson JE, McCormick JJ, Racette BA. Clinical presentation and self-reported patterns of pain and function in patients with plantar heel pain. Foot Ankle Int. septiembre de 2012;33(9):693-8.
Cutts S, Obi N, Pasapula C, Chan W. Plantar fasciitis. Ann R Coll Surg Engl. noviembre de 2012;94(8):539-42.
Plantar fasciitis. Focus on the basics. Mayo Clin Health Lett. agosto de 2012;30(8):7.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Holy Cross Hospital: Focus on Feet : Bunion Surgery
http://orthowebcasts.holy-cross.com/videos/focus-on-feet-bunion-surgery
Overview
Suffering from the pain and discomfort caused by bunions? Watch foot and ankle surgeon, Robert Mills, MD perform bunion surgery and a hammer toe repair from Holy Cross Hospital and the Holy Cross Orthopedic Institute in Fort Lauderdale, FL.
Bunions can develop due to hallux valgus, a deformity where the bone which joins to the big toe juts outward on the inside part of the foot. The bump is the bunion which is comprised of bone and soft tissue. The most common cause of bunions is ill-fitting shoes. Most often high heels with narrow, pointed toe boxes cause the bunion due to the unnatural position of the foot.
The Orthopedic Team at Holy Cross is performing bunion surgery at both Holy Cross Hospital and the Physicians Outpatient Surgery Center at the Holy Cross HealthPlex in Fort Lauderdale.
Overview
Suffering from the pain and discomfort caused by bunions? Watch foot and ankle surgeon, Robert Mills, MD perform bunion surgery and a hammer toe repair from Holy Cross Hospital and the Holy Cross Orthopedic Institute in Fort Lauderdale, FL.
Bunions can develop due to hallux valgus, a deformity where the bone which joins to the big toe juts outward on the inside part of the foot. The bump is the bunion which is comprised of bone and soft tissue. The most common cause of bunions is ill-fitting shoes. Most often high heels with narrow, pointed toe boxes cause the bunion due to the unnatural position of the foot.
The Orthopedic Team at Holy Cross is performing bunion surgery at both Holy Cross Hospital and the Physicians Outpatient Surgery Center at the Holy Cross HealthPlex in Fort Lauderdale.
viernes, 6 de septiembre de 2013
lunes, 2 de septiembre de 2013
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